Universitario salió campeón en 1999. Le ganó el título a Alianza en dos partidos. En Matute, el presidente Alberto Masías quiso aprovechar la derrota y citó a Waldir Sáenz.
— Queremos que sigas, pero tu contrato es alto, vamos a renegociar.
Waldir jugó 32 partidos, anotó 22 goles y no estaba conforme con el ofrecimiento. Salió de vacaciones y recibió una sorpresiva llamada.
— Hola Wally, soy Chemo. Quiero que vengas a la ‘U’. Te contacto con los directivos para arreglar el contrato.
Sáenz no supo qué decir. Estaba extrañado y pidió días para pensar. Del Solar volvió a comunicarse. El goleador pensó tener la excusa perfecta.
— Te agradezco, pero es imposible, mi novia vive en Matute, al frente del estadio, en la unidad vecinal… ¿qué quieres, que le tumben la casa?
— No hay problema, le compramos un terreno, una casa en Surco, la sacamos de allí.
Chemo no se dio por vencido y Waldir ensayó otra razón.
— Mi mamá vive cerca del Lolo, le van a quemar la casa.
— Tranquilo, la llevamos a un departamento, la sacamos de allí, repitió Chemo.
— Dame tiempo, cerró Waldir. No contestó más.
El representante Carlos Delgado lo sacó del apuro. Le ofreció medio año en Unión de Santa Fe. Sáenz aceptó de inmediato. Marcaba distancia con Alianza, donde se sentía poco valorado, y también con Universitario, el rival de toda la vida. Recién cuando llegó a Santa Fe, Chemo dejó de llamar.
— Queremos que sigas, pero tu contrato es alto, vamos a renegociar.
Waldir jugó 32 partidos, anotó 22 goles y no estaba conforme con el ofrecimiento. Salió de vacaciones y recibió una sorpresiva llamada.
— Hola Wally, soy Chemo. Quiero que vengas a la ‘U’. Te contacto con los directivos para arreglar el contrato.
Sáenz no supo qué decir. Estaba extrañado y pidió días para pensar. Del Solar volvió a comunicarse. El goleador pensó tener la excusa perfecta.
— Te agradezco, pero es imposible, mi novia vive en Matute, al frente del estadio, en la unidad vecinal… ¿qué quieres, que le tumben la casa?
— No hay problema, le compramos un terreno, una casa en Surco, la sacamos de allí.
Chemo no se dio por vencido y Waldir ensayó otra razón.
— Mi mamá vive cerca del Lolo, le van a quemar la casa.
— Tranquilo, la llevamos a un departamento, la sacamos de allí, repitió Chemo.
— Dame tiempo, cerró Waldir. No contestó más.
El representante Carlos Delgado lo sacó del apuro. Le ofreció medio año en Unión de Santa Fe. Sáenz aceptó de inmediato. Marcaba distancia con Alianza, donde se sentía poco valorado, y también con Universitario, el rival de toda la vida. Recién cuando llegó a Santa Fe, Chemo dejó de llamar.
1 comentario:
la U ? tenia para comprar tanto? y porque no se compro sus dedas?
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