martes, 23 de junio de 2009

EL ARICA TIENE ÁNGEL.




Eran 10.00 pm del 27 de Julio de 1986, dirigentes y jugadores se reunían en casa de Evaristo García “Bomba” en el Pasaje Luís de Velasco en La Victoria.

Entre los Dirigentes estaban Odilón Caycho (Presidente), Herminio Quiroz (Vice- Presidente), Eliot Quiroz (Secretario), Santos Quiroz (Secretario de Organización), Rita Quiroz (Tesorero), Carlos Chumpitaz (Delegado de Equipo), Julio Montalbán (Vocal), Augusto Quiroz “Mongo” (Logística en Coayllo).


Entre los jugadores que salían de Lima estaban Juan Zárate Quiroz “Papelito”, Nilton Caycho, Kurt Caycho, Armando Quiroz, Gustavo Quiroz, Fabián Vicente Belleza, Oscar Peláez y un novel Aníbal Caycho.

El móvil de la dirigencia de propiedad y conducción de Julio Montalbán, mientras que el móvil que transportaría a los jugadores era el camión de propiedad de Herminio y Marcos Quiroz, la siguiente parada era en Bujama Alta de donde saldría el gran “Carrañola”, ese debe ser su apellido, la verdad que a mis 10 años no se me ocurrió preguntar por su verdadero nombre, pero percibí un tipo de carácter noble, que luego en la cancha la nobleza se transformaba en un guerrero, era un 6 con características de 8 (un volante de contención con buena salida), luego pasamos en el mismo Bujama por Ángel Rivas “La Mona” que en el clásico con el deportivo Municipal de Coayllo hizo un golazo, muy parecido al de Caniggia a Brasil en el mundial de México 86, partido que los del Municipal filmaban, grabaron su derrota, pero más que eso grabaron un gran Gol, de esos que puede no haber filmadora, pero en tu memoria queda imborrable. Nunca nos quisieron dar una copia, pero si nos lo hicieron mirar por la noche en uno de los restaurantes de la Plaza de Coayllo.


La sgte parada era Asia, de donde el compadre del Presidente del Club, Don “Lorito” Arias (Papá de Godofredo) era nuestra sucursal, siempre recomendó lo mejor de Asia para el Arica, sus hijos Godofredo y Ángel siempre se brindaron íntegros con nuestra camiseta.


De Asia reclutamos a Godofredo, Angel, “Lorcho” (hasta hoy no sé su nombre), Chumbeque, Jaime Bravo, y la novedad de Asia, con 17 años “Moufle”.

Completó la nómina el gran “NHITO”, quien ya era amigo del Club y venía de Marcona – ICA, a decir de muchos, el mejor refuerzo que ha tenido nuestro querido ARICA. Llegamos a Coayllo a las 6.00 de la mañana del 28 de Julio.

Pero había una preocupación, faltaba una hora para que comience nuestro partido de Fútbol, faltaba en el equipo un “4”, el central acompañante del “3” (Libero que era Jaime Bravo), la dirigencia seguramente andaba pensando en alguna movida que deberían hacer en las posiciones. A los jugadores se les ocurrió ir a ver el partido anterior. Asumo que Jaime Bravo estaba también preocupado, en su condición de Libero, es vital tener un buen acompañante, en su condición de capitán, era necesario darle seguridad al equipo.

Hoy recuerdo y lo que estoy empezando a contar parece una película, viendo el partido previo, el equipo atacante mete semejante patadón que el arquero del equipo contrario alcanza desviar y la pelota colisiona en una moto, en dicha moto había un joven alto, fornido, achinado, de pantalón y casaca jeans, con aspecto rockero o algo así, a Jaime Bravo se le enciende la mirada, le hace una seña a dicho joven, este se acerca, se saludan efusivamente, habían jugado juntos en algún sitio, en la pregunta de rigor de Jaime, sobre qué hace allí, la respuesta fue: “Vine por una chica, que me dijo que vendría a la fiesta de anoche y no ha venido, me plantó”, de inmediato Jaime hace la propuesta de que juegue en el ARICA, la respuesta fue, “me consigues uniforme deportivo y a campeonar”. Ese muchacho achinado, con pinta de rockero, al ponerse la azulina Ariqueña, era otro guerrero, no perdía ningún mano a mano, había sapiencia, había maña, había cojones, había argumentos por arriba y por abajo, siempre trabajó para que su capitán salga con un juego limpio y prolijo.


Este fue un ANGEL, que vino del cielo, porque ese año campeonamos, este muchachón del cual sólo sé que le decían “CHINO”, nunca más lo volvimos a ver. Donde quiera que esté seguramente también nos recuerda, porque campeonar con el ARICA en Coayllo, es una sensación diferente, se juega contra el rival, contra los otros equipos (entre ellos venden y/o arreglan sus partidos), contra el árbitro, contra la comisión organizadora, contra los brujos. Qué bonito es campeonar cuando tienes todo en contra, es una sensación diferente! Y siempre que vamos, vamos a campeonar, no existe el participar, los fundadores del Club nos pusieron una valla tan alta, que lo único que nos queda es siempre pensar en ser los campeones, esa es nuestra esencia, en Coayllo lo saben y por ello hacen de todo por evitarlo, se unen, hacen el antifútbol, nos patean, nos puñetean, el árbitro no ve nada, es la historia de siempre, desde mis 10 años de esta historia contada, hasta lo que vivimos el año pasado. Aún así Dios está con nosotros, nos protege y de vez en cuando nos manda un ÁNGEL disfrazado de jugador, para vernos campeonar.


Mister Bryce

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA MR. BRYCE, ME PARECE MUY BONITO RECORDAR CIERTOS PASAJES VIVIDOS EN LA NIÑEZ (me parece genial te felicito)Y HACER MENCION DE LOS QUE FORMARON AQUEL EQUIPO CON DIRIGENCIA Y TODO, PERO TAMBIEN HAY QUE HACER JUSTICIA CON LOS JUGADORES NATOS DEL LUGAR QUE TAMBIEN CREO MERECEN SER MENCIONADOS EN ESTE PASAJE DE TU HISTORIA,(para evitar resentimientos) SALUDOS, NINO