José Arias, burgomaestre de Asia es líder natural de obra de irrigación.
En 1936 un sueño generó expectativa en los habitantes de la cuenca Asia – Omas, ya por aquellos años se vislumbraba escases de agua acentuada en el futuro y no se equivocaron, eran conscientes que la inversión estaba fuera de su alcance, pero también que podían dejar huellas en el camino, quien dice la primera piedra, el primer problema era conjugar criterios con los habitantes yauyinos, ya que precisamente las aguas sobrantes están a más de 4,100 m.s.n.m y se tenia que concientizar a los habitantes de Quinocay,. Ayavirí y alrededores, quienes creían les iba afectar; un segundo problema mucho mayor que todavía persiste, aunque la información contemporánea es más fluida era la disconformidad del valle que circunda el rio Mala, que vería mermado su caudal, hasta hoy en el verano millones de m3 de agua se pierden en el mar por falta de tecnificación de represamiento para guardar agua para los meses de estío, por ahora de abril a diciembre la cuenca baja sobrevive con las aguas de filtración en paralelo la cuenca baja de Asía Omas, especialmente el primero carece de filtraciones ya que tiene la mayor parte del año a su “rio seco”.
En Asia se ha dado cuenta que 2 de sus 3 pozos se han secado por los escases de agua en su napa freática que en los últimos años trajo como consecuencia la pobreza en la agricultura, que sufre por falta de frutos de la madre tierra, pero fundamentalmente para la supervivencia del hombre Asiano. Esta obra de irrigación, llamada Ñauñacu Tres Cruces, es el sueño de muchos pobladores de la cuenca del rio Asia para llevar agua a 5 poblados de la provincia de Cañete y Yauyos que terminara con la sequia que afecta por largos periodos a 10 mil hectáreas de tierras.
Actualmente se están construyendo 15 km de canal de conducción de 3.1 metros cúbicos por segundo de agua que se espera culminen a fin de año con el apoyo desinteresado de la municipalidad de Asia y del gobierno regional de Lima. (Leer otros artículos enhhttp://www.poderpolitico.info/)
Es importante saber: que gracias a los estudios realizados por el Ing. Charles W. Sutton en 1936 (contratado por el Presidente Oscar. R. Benavides 1914 a 1915 y de 1933 a 1939) se determinó que era posible realizar la irrigación en el valle de Asia – Coayllo.
Los agricultores y/o autoridades del valle se deciden a trabajar en 1978. Después de 42 años (de los estudios realizado por el Ingeniero Sutton). Estos trabajos fue por medio del “Comité Central de Irrigación Ñauñacu – Tres Cruces” CCIÑATCRU, bajo la dirección de las Comunidades Campesinas. Del año 1978 a los años de 1983 al 1984 se realizaron trabajos importantes.
En un segundo intento, los trabajos se reinician en setiembre de 1998, (después de 62 años), bajo la Dirección de las Municipalidades, en torno a un COMITÉ INTEGRAL conformado por los Alcaldes de los distritos de Asia, Coayllo, Omas, Quinocay y Ayavirí.
Con los trabajos de construcción del canal, al año 2006 ya ingresa agua al valle en época de lluvias, de las quebradas de Tierra Amarilla, Magaña, Ugalla (dos quebradas) y de fines de 2006 de la quebrada de Uangulan.
Las Municipalidades que participaron en el segundo intento fueron: Coayllo del año 1998 al 2002. Asia del año 1999 al 2006. Ambos Distritos realizaron aprox. un 96% de los trabajos, correspondiendo a Asia un 71% y a Coayllo un 25%. Lo restante corresponde a las comunidades y agricultores de los Distrito de Quinocay y Omas.
Del año 2007 a la fecha las Municipalidades trabajaron muy poco y luego se paralizó. La Región Lima, presupuestó hasta el 2010, mas de tres millones de n/s., pero su avance ha sido mínimo.
José Arias Chumpitaz, líder natural de Asia y de todo un valle, es el gestor principal de esta obra, pero no hay que ser mezquino, en esta oportunidad está alentado y viene siendo apoyado por el Presidente Regional Javier Alvarado, con su aporte a la irrigación esta cobra mayor importancia, el sueño que al principio señalábamos está a punto de hacerse realidad.
En este tercer periodo Municipal (José Arias) se ha comprometido en culminar la irrigación hasta Ñauñacu. De realizarlo quedará en la mente de todos los agricultores, el nombre de la persona que hizo realidad la irrigación y se ha ganado un sitial en la historia del valle.
Los pobladores de este lugar, con este proyecto esperan sacar el máximo beneficio de agua antes de que se pierda en el mar y hacer fértil miles de hectáreas de terreno que se encuentran abandonadas. Pronto veremos fructificar éste valle, y ver sonreír a los agricultores que hoy pagan dependiendo del lugar entre 40 hasta 120 soles la hora de agua por hectárea – a motor – los mismos que son de pozos que ya no gotean. El merito será compartido con otros alcaldes, presidentes de las comunidades, pero no son todos, también hay quiénes se opusieron a la obra hasta el día de hoy.
Por Marcelino Agapito Manco
Por Marcelino Agapito Manco
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