Algunos lo harán simplemente por diversión, porque aprendieron desde muy pequeños(as) que no es posible estar con una sola persona, que en la variedad está el gusto, etc.
Estas personas practican el hábito de ser infieles, buscan a terceras personas para tener un contacto erótico-sexual, y difícilmente dejan este hábito, ya que se satisfacen teniendo contactos con terceros sin comprometerse a nada, solo es un pasatiempo, una oportunidad que necesitan aprovechar para fortalecer su egocentrismo o su vanidad.
Las parejas de estas personas absolutamente no podrían demandar atención al 100% de ellos(as) porque no lo tendrán, vivirán simplemente para ser infieles, porque así crecieron, viendo a uno de sus padres engañando a su pareja, y después ellos(as) mismos(as) poniéndolo en práctica a partir de la juventud.
Otros casos similares, son aquellos que justifican su relación con su amante debido a las circunstancias, es decir, a sucesos que han ido debilitando la relación con su pareja, y que él o la amante ha llegado precisamente para cubrir ese espacio afectivo, erótico y sexual que ya no es llenado por la pareja, y que cada día se ha vuelto insatisfactoria la convivencia entre los dos. He escuchado a muchos pacientes decir que es mejor buscarse alguien por ahí, alguien que calme las penas y necesidades que se tienen, en vez de intentar mejorar la relación que muchos piensan que no tiene arreglo.
A veces, son el pesimismo y el orgullo los enemigos número uno de la pareja que está en conflicto, ya que no buscan ayuda profesional para solucionar sus diferencias, dejando un claro vacío emocional en las partes en cuanto a sus expectativas de la relación de pareja que tienen cada uno, y que abre todas las posibilidades para dejar el camino libre a una infidelidad. Pero cualesquiera que sean los motivos para buscarse un amante, lo que sí está claro es que a veces el desgaste que sufre toda relación nos expone a situaciones emocionales que puedan comprometer negativamente nuestra relación.
Nadie está libre de pecado, no tenemos la fórmula para evitar caer en un triángulo amoroso, pero si uno se propone mantener y conservar su relación, será cuestión de evaluar qué es lo que queremos para nosotros y nuestra pareja.dlp.
Lic. Stuart Oblitas
Clínica del Hombre
INPPARES
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