Ponce, Vargas, Medel y Suazo marcaron para la ‘Roja’. Pizarro y Farfán descontaron para la bicolor.
Hay que mantener la ecuanimidad en las victorias y en las derrotas. Si esa actitud, coraje y confianza para remontar un marcador adverso se mantiene durante toda la Eliminatoria, la selección peruana habrá dado un gran paso adelante.
Perú cayó derrotado en Chile pero dejó la impresión de un equipo unido, con coraje para sobreponerse a las situaciones que en la previa había explicado Markarián. Marcador en contra, desastroso arbitraje, público en contra, errores defensivos. Sin embargo, la selección, salvo los primeros 20 minutos que fueron muy malos, supo reponerse e intentó siempre ir al ataque.
En menos de 18 minutos, el equipo nacional ya tenía dos goles en contra. A los 2 minutos, Waldo Ponce conectó un córner y la mandó a guardar. Y luego Eduardo Vargas envió a la red un centro rasante de Beausejour. Así el partido se iría al descanso.
Para la segunda parte, Markarián replanteó el partido y realizó dos variantes que tuvieron resultados. Ingresaron Lobatón por Balbín y Guizasola por Yotun. Pasamos a defender con tres atrás y Farfán se convirtió en enlace. Lamentablemente, a los 48, Gary Medel puso el tercero, dejando la sensación de partido concluido.
No obstante Perú se metió al encuentro de forma explosiva. Pizarro a los 54 y Farfán a los 59 nos metieron de nuevo al encuentro. Parecía que llegaba el empate. A los chilenos se les notaba temerosos y con mucha preocupación.
Llegaría la jugada decisiva del partido. Penal de Fernández contra Valdivia, la figura del partido y gol de Suazo. 4-2 que no nos permitió traer tres puntos a Lima.
Párrafo aparte merece la paupérrima actuación del árbitro boliviano Orosco, localista a ultranza, casi todas las divididas las cobró a favor de Chile, no sancionó un penal claro en área ‘mapocha’ y todo el partido se dejó influenciar por los jugadores chilenos.
El camino es largo, hay que mantener la confianza en este grupo de jugadores que demostraron tener otra actitud. En Santiago quedarán los cuatro tiros al palo y la derrota consumada, pero nadie nos quitará que este presente de la selección es distinto. ¡Arriba Perú!
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