sábado, 17 de diciembre de 2011

Diego Penny: "Yo no decido si voy a la selección".

Arquero del Aurich cree que harán una gran Copa Libertadores y sueña con la Selección.

VERÓNICA GASCO

Diego Penny se arregla el cabello una y otra vez. “Me estoy quedando calvo”, explica y se acomoda el pelo de tal forma que no se le vean sus pronunciadas entradas. A simple vista parece un tipo vanidoso, pero ante los gritos de la multitud de Chiclayo, el arquero se sonroja y hasta se emociona. “Que te digan gracias creo que es lo mejor que me puede pasar. Y acá la gente me ha dicho ‘gracias por darnos esta alegría’, te juro que hasta se me ha escapado mi lagrimita”, confiesa.

Desde hace tres días han puesto a bailar a todo Chiclayo.
La gente está feliz, creo que más por la forma como logramos el título.

Además de la fiesta con el Grupo 5, hubo una canción que se bailó mucho, pero en versión peruana. “Nossa, nossa… no sabes campeonar”, en alusión a Alianza.
Ja, ja, ja. No sabía. Pero quiero mandarle un saludo a Salomón [Libman]. Me llamó ayer [jueves] y eso demuestra lo gran persona que es. Los amigos están por encima de la victoria o la derrota.

No quiero ser aguafiestas, pero se viene el Santos de Neymar.
Se nos viene un grupo bravo, pero hay que asumir ese reto y armarnos mejor para afrontar la Copa. No queremos que nos canten “Nossa, nossa, no sabes con un grande”. De ninguna manera podemos quedar en ridículo. El Aurich va a ser un gran equipo, mucho más de lo que es.

Hablemos de lo que pasó aquí, en Chiclayo. ¿Te reconciliaste con la hinchada?
Mucha gente no confiaba en mí y no me quería, acá en Chiclayo me pifiaban al principio, seguro creían que yo viniendo de Europa iba a tapar hasta con la ceja.

Al final tapaste hasta con la cara.
La pelota me chocó, yo no tape nada (risas). Dios me iluminó.

¿Y qué sentiste en ese momento?
He visto la repetición mil veces y cada vez que lo hago, lloro, me mueve esa parte donde salgo cargado después de los penales. Creo que Aurich tuvo buenos cimientos, hicimos las cosas bien desde el comienzo y eso tiene una recompensa.

¿Qué fue lo más duro en ese momento?
Sabía que teníamos buenos pateadores, pero en mi caso, cuando caminaba hacia el arco pasé frente a mi familia que estaba en la tribuna y me toqué el corazón. Sabían que todo lo estaba haciendo por ellos.

Muy pocos les tenían fe.
Una persona se me acercó y me dijo: “Mira, Diego, viste el color del papelito que lanzaron cuando salimos campeones, era blanquiazul”. Todos pensaban que Alianza iba a ganar. La humildad de nosotros fue lo principal e hizo que nosotros salgamos adelante. La gente celebró como lo hizo porque vio que nunca bajamos los brazos.

Hoy celebras en Chiclayo, pero también has tenido momentos duros.
Sí, antes de venir aquí me pasé un par de meses en nada, pensando qué iba a hacer.

¿En algún momento perdiste la fe?
Jamás. A Dios solo le pido que me ilumine para hacer las cosas bien.

Estas en boca de todos y la gente grita “Penny selección”.
Es parte de la euforia, creo que no es el momento y, en todo caso, yo no soy el técnico, él decide, así que sería mejor que se lo pregunten a él.

¿Aún sueñas con la selección?
Sabes que me hicieron un electrocardiograma y me salió una línea blanca al medio. Dije la bandera del Perú, increíble. Más blanquirrojo imposible…

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