lunes, 13 de febrero de 2012

“Ya perdí”, dijo ‘Artemio’ cuando fue capturado por la policía y el Ejército.

Hallaron con vida a terrorista en Cashiyacu (Tocache) a orillas del Huallaga. Se le atribuyen más de 500 actos terroristas y la muerte de 1.000 personas.


Santa Lucía (Tocache). El extenso valle del Alto Huallaga, que produce y exporta casi el 50% de la droga en el Perú, despertó hoy sin la sombra de “Artemio”, luego de vivir por tres décadas bajo su indiscutible dominio de sangre y fuego.
El frente armado de Sendero Luminoso (SL) se derrumbó ayer a las 9:10 a.m., cuando un numeroso equipo de militares encontró al arequipeño Florindo Eleuterio Flores Hala, de 50 años. Estaba sangrando por las heridas de bala del último jueves, pero con vida. Así acababa la sangrienta trayectoria del jefe senderista que, según la Dircote, es responsable de más de 500 acciones terroristas y de la muerte de 1.000 personas, entre militares, policías y civiles.

Minutos antes, ‘Artemio’ había sido abandonado a su suerte por dos jóvenes integrantes de su grupo, que corrieron despavoridos apenas sintieron la presencia del Ejército. Cuando los militares llegaron al cruce de las riberas del río Huallaga con el Mishollo (La Pólvora) y encontraron una choza vieja de madera y techo de calamina, casi caen de espaldas por la sorpresa. En lugar de un cadáver como se especulaba, encontraron vivo al ex lugarteniente de Abimael Guzmán, indefenso, sin armas a la vista.
‘Artemio’ solo dijo: “Ya perdí, soy un prisionero de guerra”. Sin perder tiempo, y bajo las altas temperaturas del caserío de Cashiyacu, Flores Hala fue introducido por los militares en un bote rumbo al puerto del lugar. Allí permaneció hasta que un helicóptero llegó y lo sacó de la zona para transportarlo a la base antidrogas de Santa Lucía. El ‘Negro’ estaba totalmente solo. Nadie acudió al rescate para evitar su detención.
El Comercio llegó a Santa Lucía para presenciar el internamiento de ‘Artemio’ en el centro de salud de esa base. Luego fue trasladado a Lima en un Antonov PNP. Antes, en su lecho de reposo, Flores Hala recibió la visita del presidente Ollanta Humala, quien le preguntó por su estado de salud.

Ambos en algún momento de sus vidas cruzaron destinos cuando el presidente Humala fue destacado en la base antiterrorista de Madre Mía (Tocache) en los 90, y ‘Artemio’ como jefe de los subversivos del Huallaga.
Flores Hala le dijo al mandatario que lo trataron bien y le pidió que no persigan a las personas que lo apoyaron en las últimas horas. El jefe del Estado le aseguró que respetarían su vida.
Luego, Humala se reunió con la plana mayor de la policía y del Ejército y con los oficiales encargados de la captura del último integrante del comité central senderista de los años 80. Allí, los mayores PNP Walter Lozano Pajuelo y Harvey Colchado Huamaní, junto a su equipo del departamento D de la División de Investigaciones Especiales de la Dirandro (Divinesp), narraron el prólogo y epílogo de una investigación que nació en el 2006.

Lozano lideró el equipo que abatió aquel año a ‘Clay’, el despiadado brazo militar de ‘Artemio’; y Colchado integró el grupo de inteligencia que mandó a prisión a un ex objetivo de la DEA: Fernando Zevallos ‘Lunarejo’. Juntos en el equipo D de Divinesp –sucesor del GEIN de la Dircote que capturó a Abimael Guzmán en 1992– desarticularon y descabezaron a la cúpula senderista en el valle cocalero. Trabajo que se inició hace seis años bajo la dirección del ex coronel PNP Carlos Morán Soto.
La operación de inteligencia del último jueves fue apoyada en instancia final por el jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), por la dirección del Frente Huallaga, así como por las FF.AA. y la Diroes. Esa intervención dejó a ‘Artemio’ sin herederos. En los próximos días será denunciado por delitos de narcotráfico y terrorismo a raíz de sus negociados con las firmas del Huallaga y de sus ejecuciones y emboscadas desde 1984.

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