Las bromas y el ida y vuelta afectuoso marcaron el reencuentro de estos viejos amigos. Reimond Manco, Roberto Guizasola y el panameño Luis Tejada aprovecharon que ambas delegaciones se hospedan en el mismo hotel para evocar aquellos momentos en Juan Aurich y, de paso, calentar aún más la previa.
En un inicio, los tres jugadores intentaron evadirse, tal vez para no soltar pistas que pudieran ser utilizadas por el bando contrario. Pero las miradas cómplices y las risas pícaras terminaron por consumar algo que era inevitable.
Tejada, algo más suelto, abordó a los peruanos y con un fuerte apretón dejó por un instante la rivalidad. “Miren dónde nos volvemos a encontrar”, dijo el panameño. “Sí, pues, vinimos hasta aquí para verte llorar”, respondió Guizasola, con su estilo quimboso.
Que pase el “Rei”
Manco no se quedó atrás y seguro de lograr el triunfo le apostó un almuerzo al popular “Diente de Oro”. El moreno aceptó, pues juró que en casa está prohibido perder.
En un inicio, los tres jugadores intentaron evadirse, tal vez para no soltar pistas que pudieran ser utilizadas por el bando contrario. Pero las miradas cómplices y las risas pícaras terminaron por consumar algo que era inevitable.
Tejada, algo más suelto, abordó a los peruanos y con un fuerte apretón dejó por un instante la rivalidad. “Miren dónde nos volvemos a encontrar”, dijo el panameño. “Sí, pues, vinimos hasta aquí para verte llorar”, respondió Guizasola, con su estilo quimboso.
Que pase el “Rei”
Manco no se quedó atrás y seguro de lograr el triunfo le apostó un almuerzo al popular “Diente de Oro”. El moreno aceptó, pues juró que en casa está prohibido perder.
FUENTE: http://www.libero.pe/
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